Nuestro cuerpo contiene la esencia de la naturaleza –y la suprema esencia de la Divinidad. Al dirigir nuestra atención hacia nuestro interior, hacia los músculos y huesos, hacia Los órganos y la respiración, moviéndonos desde las fronteras externas hacia las fronteras internas, podemos tomar conciencia del sutil flujo de la energía que nos envuelve y que se mueve a través de nosotr@s. "
MI ALMA SALUDA A TU ALMA
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