miércoles, 22 de mayo de 2013

Trabajando la fuerza de voluntad


USHTRASANA, EL ASANA DEL CAMELLO

A la altura de nuestro ombligo, en nuestro cuerpo energético, emerge Manipura, el chakra que controla nuestra fuerza de voluntad, la valentía, la seguridad en uno mismo, y en general, las funciones que tienen que ver con el poder y la fuerza de cada uno como individuo. Además, está relacionado a la energía del sol, pudiéndolo considerar el sol de nuestra personalidad, que brilla más o menos en cada uno según cuán balanceado se encuentre Manipura. 

Ushtrasana, en sánscrito  o“El Asana del Camello” es un asana ideal para Manipura. Arqueando nuestra espalda imitando la joroba de un camello, trabajamos directamente sobre este chakra, lo suplimos de energía y lo traemos a equilibrio.

Probablemente muchos encuentren este asana algo incómoda y difícil de mantener, al estirar los músculos de forma inversa a como suelen normalmente estar, pero son justamente el tipo de asanas que preferimos no practicar las que más necesita nuestro cuerpo. Si tomamos el poder de este asana ...podremos con la práctica no solamente descansar cómodamente en la posición: con el tiempo nuestra fortaleza interior cobrará más y más brillo."

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OEL NGATI KAMEIE
MI ALMA SALUDA A TU ALMA

sábado, 11 de mayo de 2013

Sobre no dañar


La persona común es incapaz de aislarse de forma absoluta de su entorno. Por esta razón, en los Yoga Sūtras se recomienda una línea de sentimientos a desarrollar ante distintas actitudes de los demás que pueden presentarse y afectar al yogui.
 
"La mente se pacifica produciendo amistad, compasión, alegría y ecuanimidad hacia situaciones de felicidad, desgracia, mérito y demérito, respectivamente (I.33) "

El yoga no dispone de un orden moral estructurado "desde fuera", pero sí proporciona una línea general de conducta ante los demás y ante uno mismo: toda moralidad existe para el yogui en función de la liberación, que es el único bien absoluto. Los YAMAS Principios Universales y NIYAMAS Preceptos Individuales conforman la guía ética del yoga. En occidente, cada vez más, sirven de base para un código ético de conducta entre profesores de yoga y entre éstos y sus alumnos.

La primer yama del yoga es AHIMSA-


Se define como: amabiidad, no violencia, compasión por uno mismo y por los demás. Ser consciente de cómo nos tratamos a nosotros mismos, a los otros, y al entorno. Hay que relacionarse con todo y en todos los sentidos con extremo cuidado. Nos dañamos a nosotros mismos cuando tratamos sin respeto a los demás seres vivos y al medio ambiente.

No causar daño (ahiṃsa) es la actitud fundamental. Aunque su estimación sea muy subjetiva, esta actitud debe tomarse en sentido amplio ya que con su práctica el yogui tiende hacia la armonía y la serenidad emocional. Realmente, no es posible actuar sin ocasionar absolutamente daño alguno; la recomendación consiste en optar siempre por la acción menos dañina para los demás. Actuando así, poco a poco se extenderá dicha actitud en el entorno .
                                                                          © Yogadarshana – Yoga y Meditación

"Cuando la abstención de ocasionar daño se establece en el yogui con firmeza, se abandona toda hostilidad en su presencia (II.35)"
OEL NGATI KAMEIE
MI ALMA SALUDA  A TU ALMA 
 

miércoles, 1 de mayo de 2013

Relajación en Shavasana o la postura del muerto.

En algún momento de la clase de yoga habremos oído que el maestro diga, "Savasana es la pose más importante". ¿Por qué sava (cadáver), a veces llamado mrti (muerte), asana (postura) es más importante que las posturas de pie o fuerza? Y ¿por qué una pose que pide que nos recostemos sobre la espalda sería útil cuando llegamos a clase para aprender a estar de pie, corregir nuestra postura o aprender a manejar el cuerpo en movimiento?
En la mayoría de las escuelas de Hatha yoga, la postura del cadáver nos lleva al cierre haciéndonos renunciar totalmente a nuestra práctica física. Se nos invita a relajar nuestros músculos, para volver nuestra mirada hacia el interior, para aquietar nuestra mente y eventualmente incluso cesar el esfuerzo en la respiración. Esta actitud no es para dormir, sino para practicar ser un cadáver. Un cadáver ya no se preocupa de cosas que podrían haber sentido importantes en la vida pero en realidad, eran temporales. Un cadáver deja de resistir la unión con la tierra y abandona su peso completamente para convertirse en la tierra.  Un cadáver no es la separación que la mayoría de nosotros experimenta en la mayoría de las situaciones, un cadáver ha encontrado yoga (Unión) con la tierra y el aire. Un cadáver no se refiere al pasado o el futuro, no le preocupa en absoluto.
En una clase de yoga estándar a practicar poses de pie primero, luego hacia el piso y la práctica de flexión hacia adelante y hacia atrás y luego se acueste para terminar con posturas supinas y concluir en Savasana. De alguna manera cada clase de yoga nos lleva hacia atrás a través del ciclo de vida. En yoga  aprendamos primero a hacer las posturas de pie, luego aprendemos a sentarnos, entonces aprendemos a retirar nuestros sentidos, y entonces aprendemos a descansar en la conciencia. El ciclo de vida generalmente va al revés. Interesante ¿no? Practicamos yoga para retomar nuestra inherente quietud y percepción, nuestra intimidad con lo que es.
Practicar unos minutos de Savasana cada día. Encontrar un lugar para recostarse cómodamente y sentir el cuerpo conectar con la tierra abajo, la piel respirar y comunicarse con el universo que nos rodea, tratando de sentir gratitud por algo, no importa que. Escanea tu cuerpo y observa los lugares de tensión, incomodidad y resistencia. Acercate a esos lugares con amor; extende el reconocimiento a tu cuerpo por todos sus esfuerzos, sus puntos fuertes y los retos, recordando que si no tenes retos no aprendes. Deje que tu respiración,  tu amabilidad y atención se vaya diluyendo por cada parte del cuerpo e imagina que decis adiós a un querido amigo, sintiendo con amor y agradecimiento como lo dejar ir. Tratá de no dormirte, quedate  hasta que las sensaciones del cuerpo llegan a ser más sutiles y la respiración deje de ser un esfuerzo. Deja que tus ojos descansan detrás en tu cráneo. Solta tu mandíbula y deja caer  la lengua, relajá la garganta, no es necesario hablar. Suaviza el entrecejo, las mejillas, los oídos y lleva tus sentidos hacia el interior. Escucha tus señales internas, y sabrás cuando  permaneciste lo suficiente. Para salir de Savasana, lo haces con el mismo cuidado y atención que llegaste ahí. Profundiza la respiración en el abdomen y deja que se extienda a sutiles movimientos en tus dedos, dedos de los pies, brazos, piernas y cara. Lleva tus brazos para arriba al lado de las orejas y recupera la  respiración larga y profunda en tu cuerpo. Movete hacia un lado,  observa lo que ves y sentí el equilibrio en tus miembros, incorporate, sentate, quedate unos minutos con cuidado para sentir tu lugar y el espacio a tu alrededor. Tratar de tener la tranquilidad y ecuanimidad de su Savasana en el resto de tu día y noche.
Esta postura de relajación final te permite cosechar los beneficios de tus asanas o prácticas. Experimentaras una profunda sensación de paz y calma, mientras absorbes toda la energía positiva que creaste durante tu práctica. Mientras más logres soltar todo (pensamientos, problemas, planes) física y mentalmente, más profundos serán tu relajación y tu descanso.

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OEL NGATI KAMEIE
MI ALMA SALUDA A TU ALMA


Asana para el primer chakra

UTTHITA TRIKONASANA
En la tradición hindú el triángulo es un poderoso símbolo de principio divino. En la asana Utthita Trikonasana el cuerpo adopta la forma de un triángulo ascendente, que tiene su base en los pies para conectar con los chakras menores mientras que su vértice se localiza, precisamente, en el Chakra Muladhara.
Utthita proviene del sánscrito y significa extendido, tri significa tres y kona ángulo.
El asana Utthita Trikonasana tonifica los nervios espinales y los órganos abdominales, flexibiliza la columna, mejora el lumbago, masajea los riñones, el bazo, hígado y páncreas y aumenta los movimientos peristálticos; ensancha la caja torácica, poporciona un inteso estiramiento del tronco y las piernas, fortalece los ligamentos y mejora la flexibilidad.


La postura se realiza de pie, con las piernas estiradas y separadas unos 80-90 centímetros entre sí, con los pies girados hacia el mismo lado pero con las caderas orientadas al frente. Desde esta posición se levantan los brazos estirados hasta formar una sola línea en horizontal con los hombros; a continuación se dobla el costado izquierdo lentamente hasta llegar a tocar el pie izquierdo con la mano del mismo lado sin doblar las rodillas y sin girar las caderas. El brazo derecho permanece estirado hacia arriba con el hombro abierto y hacia atrás. La cabeza mira hacia arriba tanto como sea posible. Se mantiene unos 30 segundos y después se repite hacia el otro lado. En el caso de molestias en el cuello, se puede mirar al frente o hacia abajo.

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OEL NGATI KAMEIE
MI ALMA SALUDA A TU ALMA