En la oscuridad de lo profundo.
Es el tiempo de la escucha silente, de apoyar la oreja sobre la Tierra, y escuchar sus latidos.
El terreno está listo, es el tiempo de esperar.
Quedate quieto y sentí.
Silenciate, y escuchá.
Tus profundidades cobran voz, tu niño interno grita, tu Yo al fin se pronuncia, tu Ser interior se proclama.
Internate y orá. Elevá tus plegarias, entregá tus súplicas. . .
Y dejá que suceda.
Que la Madre reciba tus semillas, que la Tierra abrace tu siembra, y que en la oscuridad de sus entrañas se abra paso la Vida.
De nuevo, como siempre, una vez más.
Cantá tus alabanzas y permanecé en estado de oración.
Desde la práctica de Yoga, te propongo un recorrido corto; seguí esta línea que te trazo: Oídos- Riñoñes- Vejiga- Embrión- Útero- Seno materno- Agua.
Pensá en esa línea, visualizá las formas, encontrá los parecidos, asombrate de las similitudes.
Sentí el Elemento, y conectate con él.
Listo! ya estás adentro!
Es el Origen.
Es el camino del comienzo, que es el camino de regreso.
Es el INVIERNO.
OEL NGATI KAMEIE
MI ALMA SALUDA A TU ALMA