sábado, 1 de septiembre de 2012

Todos buscamos un poco de luz

Técnicamente las asanas de inversión, son posturas que situan la cabeza abajo y el resto del cuerpo arriba. Y lo que no es un detalle: el corazón se situa por encima de la cabeza.

Todas ellas fortalecen cervicales, aumentan la irrigación del cráneo, mejoran la circulación y las capacidades mentales; sentidos como la vista y el oído, tonifican y equilibran el sitema glandular, retiran peso corporal de las piernas, revitalizan todo el organismo y aportan armonía.
Tienen un efcto de drenaje sobre los órganos pélvicos y abdominales, mientras que los órganos vitales como el cerebro, corazón y pulmones se llenan de sangre.
Son posturas recuperadoras que dan vitalidad, equilibrio mental y estabilidad emocional. Favorecen la concentración por el aporte de sangre al cerebro y ayudan a conciliar el sueño. Unos 3 ó 4 minutos de permanencia bastan para generar los efectos mencionados.
Como la madre de los asanas, porque como su nombre lo indica  -"sarv anga"- "todo el cuerpo" "todas las partes"- prodiga enormes beneficios físicos y psíquicos, se encuentra SARVANGASANA o LA VELA, nombre que expresa las caracteristicas de verticalidad y estiramiento hacia arriba que son la esencia e esta postura.
Debido a la posición invertida, la sangre fluye con facilidad de nuevo hacia el corazón, dándole un renovador descanso.  Debido a la presión que se ejerce sobre la zona de la garganta se produce una fuerte estimulación de la glándula tiorides y de los órganos del cuello y tórax. Asociada a  esta glándula se encuentran numerosos beneficios en los sistemas del cuerpo. Del lado posterior del cuello se produce un gran estiramiento de la zona cervical, produciendo un gran alivio descontracturante y rejuvenecimiento del organismoen general. Fortalece y vigoriza el cuerpo.
ARDHA SARVANGASANA, que es la mitad de la postura de vela manteniendo las piernas flexionadas en las rodillas en lugar de estirarlas en vertical, y VIPARITA KARANI o la media vela, más indicadas par principiantes, tienen los mismos efectos benéficos, y la práctica de cualquiera de las 3 aporta las ventajas del paro de cabeza pero la circulación se dirige a la glándula tiroides en lugar de la cabeza. Los efectos son sobre Vishuda, el 5º chakra. Embellecen el cutis y fomentan la calma. 
                                      
 



  
 
Las posturas invertidas ofrecen la experiencia de ver las cosas de este modo: dado vuelta. Otorgan por tanto, otra perspectiva. Nos obligan a trabajar con temores muy humanos como perder el equilibrio y la estabilidad. Como compensación, tener la capacidad de invertir el cuerpo y quedar sostenido sobre la cabeza, el cuello o los hombros, resulta liberador, nos hace sentirnos livianos y más libres. La mirada invertida de las cosas aporta gran claridad. Y con los ojos y la mente más claros, vemos los destellos de esa luz que, en definitiva, todos venimos buscando.
 
OEL NGATI KAMEIE
 MI ALMA SALUDA A TU ALMA



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