Más allá de los beneficios conocidos y mencionados en la entrada anterior de las posturas de inversión, el mayor beneficio se obtiene cuando somos capaces de darnos vuelta. Ese es el primer beneficio, que sólo aprecia de afuera quien no puede invertirse. Para quien darse vuelta no significa una limitación, el hecho pasa inadvertido y se buscan las sensaciones ya en lo elevado. Para quien llegar a invertirse por primera vez forma parte de una tarea costosa, el acontecimiento de por fin despegar, elevarse y proyectarse en la inversión es en sí, todo una experiencia, y simboliza un gran hallazgo de posibilidades y sensaciones nuevas, y un logro.
Y para quienes observamos esto desde la experiencia de la inversión, no escapa a nuestra comprensión el invalorable paso que acaba de dar quien ahora nos está mirando observarlo, desde un lugar nuevo y una perspectiva diferente.
"Los Maestros nos ayudan a encontrar el camino, pero sólo nosotros podemos recorrerlo"
Namastê Graciela!
OEL NGATI KAMEIE
MI ALMA SALUDA A TU ALMA
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