Situados en
el espacio donde estamos enfocados en la práctica en invierno, la sede del 2º
chakra, en el tan tien para los chinos, el “hara” para los japoneses y para los yoguis la zona de los chakras inferiores, templo sagrado del
cuerpo, centro de la sensación, ligado a creación de la Vida, allí, encerrado en el cuerpo, involucrado en los
patrones habituales de sostén (especialmente cuando se está sentado o de pie) y
profundamente eslabonado a las emociones, se encuentra el psoas, músculo fundamental para
la correcta estática de la pelvis y la zona lumbar…
”Sede del
alma”, “Terreno del alma” y “Músculo del Alma” son algunas de las expresiones
de respeto empleadas para denominarlo. Todas ellas señalan el fuerte impacto de
este músculo sobre nuestra estructura, órganos y el estado energético de
nuestro ser.
Es crucial
en el mantenimiento del equilibrio de la estructura corporal. Desempeña la
función de unir la zona lumbar y las piernas a través de la región pélvica. Está
involucrado en todas las actividades motoras de la espalda, la cadera y la
región pélvica, y es a partir del psoas
iliaco que podemos levantar las piernas para dar cada paso. Se encuentra cerca
de los riñones, y las emociones que afectan a éstos, también influyen sobre el
músculo, así como su relación directa también con el corazón. Como es un músculo
flexor, su reacción es acortándose, se contrae. Como está además, estrechamente
ligado al diafragma, ese acortamiento hará difícil la respiración. Cuando el
corazón y los riñones están equilibrados, el psoas se relaja. Cuando se relaja
respiramos más hondo y amplio.
La cosa es
emocional. Es mental. Es conductual. No cabe duda pues, de que el músculo psoas necesita de
nuestra atención para fortalecerse, alargarse. Hay que liberar el psoas, liberar la
respiración y aprender a relajarse. El miedo es siempre percibido a través del
músculo psoas de tal forma que es también a través de percibir el psoas que
lograremos liberarnos de antiguos miedos. Puede ser difícil al comienzo pero la
clave es conciencia.
La
conciencia interna que se desarrolla a través del yoga es la herramienta más
importante para aprender a liberar el psoas. Y la liberación del psoas traerá
nueva libertad, holgura e integridad estructural a tu práctica de yoga.
El equilibrio y armonía en la región del psoas fomenta el poder interno, fortalecen el alma y mejora la calidad de vida.
El equilibrio y armonía en la región del psoas fomenta el poder interno, fortalecen el alma y mejora la calidad de vida.
OEL NGATI KAMEIE
MI ALMA SALUDA A TU ALMA
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