Éste es el primer paso en el Tao y el más importante. La Sonrisa Suavizante es la clave de la apertura hacia el universo de la comunicación con nosotros mismos a través de los sentidos. Sin la capacidad de sentir no puede existir la práctica daoísta, tan sólo ideas y conceptos mentales. El hecho de sentir permite poner el foco de la atención en el momento presente, que es el lugar en el que la energía se encuentra siempre disponible. La Sonrisa Interior nos conecta directamente con la fuerza vital. La energía sonriente es una energía de amor inagotable.
“Conéctate con este sentimiento de amor y de alegría, siente la energía sonriente brillando como un sol, atrae esta energía radiante. Siente como se expande. Deja que el prana fluya por tus ojos, nariz y mejillas. Siente como se relajan piel, músculos y la energía de la piel. El flujo de sonrisa entra en el labio superior, el inferior y responde a la sonrisa con una sonrisa, elevando ligeramente la comisura de los labios”.
La sonrisa interior es una verdadera sonrisa dirigida a todos los rincones de nuestro cuerpo, produciendo una energía de alto nivel capaz de transformar las tensiones, el ánimo depresivo, la ansiedad, la ira... en energía positiva y fuerza vital. Practicando la sonrisa interior nos enseñamos a reconocer las cualidades positivas y no sólo nuestros puntos negativos, así ejercitamos la habilidad para amar, amándonos y respetándonos, primero a nosotros y luego a los demás.
Una sonrisa es una herramienta de comunicación increíblemente poderosa, abre puertas antes de pronunciar palabras; es parte esencial del lenguaje no verbal. La sonrisa es también una herramienta de regeneración celular. Nuestras células están recubiertas de una membrana muy sensible y cuando tú sonríes a esa célula, órgano o glándula , esta parte de tu cuerpo que está viva recoge tu deseo de bienestar, y puedes notar como un hormigueo o una presión en la zona, lo cual significa que ha recogido la sonrisa. La ciencia ha reconocido que el simple hecho de hacer el gesto o mueca de una sonrisa, el cerebro emite las mismas vibraciones que cuando está satisfecho.
La Sonrisa Interior comunica a nuestra mente, espíritu y cuerpo físico una paz, alegría, serenidad y amor tal que con ese simple gesto, ya estamos emitiendonos una energía curativa incalculable.Cuando sonreímos transmitimos energía curativa y amorosa y el que la recibe se siente reconfortado por ella. Dicen de la sonrisa que influye en la poderosa glándula de nuestro sistema llamada Timo, ya que esa glándula es la encargada de aislar y destruir las células anormales de nuestro organismo.
Los sabios taoístas afirman que cuando se sonríe, los órganos producen una secreción similar a la miel, que nutre todo el cuerpo. Cuando se está enfadado, temeroso o sufriendo estrés, los órganos producen una secreción venenosa que bloquea los canales de energía, se instala en los órganos y causa pérdida de apetito, indigestión, aumento de tensión arterial, taquicardia, insomnio y emociones negativas. Sonreír a los propios órganos les hace también expandirse, hacerse más suaves y húmedos y, por tanto, más eficaces. Como resultado, el hígado, por ejemplo, tiene más espacio para almacenar elementos nutritivos y para desintoxicarnos de sustancias nocivas. Sonriendo interiormente sentimos un mayor auto-respeto y gratitud para nuestros órganos y glándulas. En la medida que observamos nuestra anatomía y fisiología nos maravillamos y sentimos un regocijo de que nuestras partes corporales están cumpliendo su función para mantenernos vivos y saludables. Cuando volvemos nuestra conciencia hacia el interior y sonreímos a nuestros órganos con amor y aprecio, se pone en marcha una reacción en cadena de cambios fisiológicos positivos asociados que provocan una respuesta refleja de relajación. Muchas enfermedades graves como las del corazón, el cáncer y la diabetes, son precedidas por periodos largos de emociones negativas, en las que nos desconectamos de nuestro cuerpo.
Una técnica muy sencilla para purificar y tonificar nuestros órganos vitales
Esta es una técnica de relajación poderosa que utiliza la energía creciente de la alegría como idioma para comunicarnos con los órganos internos del cuerpo. Con la mirada enfocando al interior de nuestro cuerpo descubrimos, situamos y sentimos cada uno de nuestros órganos principales. El amor y la gratitud que les reconocemos al aprender a sonreírles, contraatacarán el estrés y el agotamiento, aumentando así el flujo del Chi que a su vez repercute en un fortalecimiento tanto físico como mental, emocional y espiritual. Un ejercicio básico consiste en relajarse, pensar en el órgano o parte del cuerpo al que quieras enviar la energía, pensar en la sonrisa más bella que puedas recordar o imaginar, y enviar esa sonrisa hacia ese órgano sintiendo como se llena de bienestar y energía curativa.
"Observa tu respiración, cada inhalación y exhalación es un momento para relajarte y estar en el presente. Sonríe a cada respiración y verás que no hay problemas, que sólo existe este momento y que en este momento has decidido ser feliz."
OEL NGATI KAMEIE - MI ALMA SALUDA A TU ALMA
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