miércoles, 01 de septiembre de 2010, 01:16:40 a.m. | Milton Peralta Aprender un kata es como fabricar un cáliz sagrado. La sacralidad de la Forma es una imputación efectuada desde la mirada ordinaria, desde la rutina a ras del suelo, lugar desde el que sopechamos un orden primordial: lo sagrado.
Así como la flecha se convierte en el blanco, los actos se transforman en aquello a lo que apuntan. Etimológicamente: sacrificio es "hacer sagrado". El acto que lo pretende, lo es.
No hay revelación sino en la práctica diaria. Cada día, cada día, cada día: no hay otro material que ese.
He juntado mi ira, mi agresividad, mi miedo.
Hice una montaña de mi desvalimiento y mi soledad.
Recogí mis excusas: los horarios, el frío, el calor, el cansancio. Oí mi discurso. Sin embargo, entrené.
La Forma me esperaba luego de mí mismo.
Una vez modelado el cáliz, su finalidad es vaciarse permanentemente.
(de "Molinos de viento")
Milton Peralta
*Practicante e Instructor de
TANG SU DO HAK WON,
discípulo del Gran Maestro
Roberto Daniel Villalba, 8º Dan
*Poeta
*Licenciado en Psicología
Infinitas Gracias Milton por tu generosidad al permitirme publicar tu escrito, honra mi sencillo espacio y seguro, elevará el alma de quien lo lea!
NAMASTÊ
“Kata” , “Forma”, "Hyung", "Tao lu"...ÂSANA.
Del sánscrito: significa “postura”, y como “as” es “permanecer” - “estar “, digamos que, traducido, un asana es una postura que adoptamos con el cuerpo y en la cual permanecemos por un espacio de tiempo.
Yendo más profundo: âsana significa estar sentado, pero también: estar, encontrarse en, existir. La postura yóguica es un modo de estar que conduce a un modo de ser.
ÂSANA es el 3º paso de 8 y por el cual los occidentales solemos iniciar la práctica en el camino del Yoga.
El Yoga propone un camino a través del trabajo del cuerpo con el armado y repetición cotidiana de posturas físicas. Pero a la vez, el yoga plantea un camino integral que, partiendo del trabajo del cuerpo, por medio de los âsanas, lo purifica y fortalece de modo de hacerlo instrumento apto para el camino espiritual y la realización del hombre.
"El (primer) objetivo de los âsanas... es el de mantener el cuerpo flexible... y en buen estado de salud, a fin de que sea un apto instrumento de la concentración de la mente y de la ascención del alma a Dios."
“Aunque en los primeros pasos de la práctica del Yoga el nivel físico es el más implicado a medida que se progresa se va tomando mayor conciencia de la circulación de la energía vital (prana) en el cuerpo. Desde esta perspectiva las âsanas están ideadas para la limpieza, purificación, desintoxicación y estimulación de los canales por donde transita el prana (nadis), y para la activación de los chakras (ruedas), centros de acumulación, transformación y redistribución de esa energía pránica. En su papel de transformadores de energía pránica se encargan de convertirla en energía psíquica y fisiológica lo que dará lugar a la aparición de estados de conciencia más profundos o elevados”.
Tiene entonces el âsana un fin que trasciende el cuerpo físico. "A través de la postura estática, con los sentidos bajo control, el yogui puede emprender el camino de interiorización; con la acción de bandhas y mudrâs se despierta la energía interna (kundalini) y, mediante el prânâyâma, al controlar su aliento controla su mente que, en quietud, se hace capaz de recibir la iluminación".
El camino, además de integral, debe ser de constancia en la práctica. El sabio maestro hindú Patañjali dice que para detener las fluctuaciones de la mente se necesita del ejercicio y "el ejercicio deviene estable cuando se cultiva durante largo tiempo, sin interrupción y con profunda atención." Los efectos se verán gracias a la práctica constante. “Sólo la práctica da éxito. Esto es la indudable verdad." Patañjali, autor del Yoga Sütra (texto sánscrito compuesto por aforismos (sūtras) ), estableció hace mas de 2000 años la idea del Ashtanga Yoga: 8 pasos o etapas en el proceso de la realización personal . Determinó que los practicantes de Yoga deben avanzar en un orden preciso establecido por etapas. Estas ocho etapas deben ser acatadas y practicadas en orden para purificar y "unir" la mente, el cuerpo y el alma. Ya que los conceptos sobre los que se basan las dos primeras etapas, resultan difíciles de comprender para quienes no se han «empapado» de las tradiciones y la filosofía orientales desde su nacimiento, las escuelas de Yoga en Occidente suelen comenzar por la enseñanza de las Âsanas, la tercera etapa. Los aforismos no desarrollan el tema de los âsanas, de eso se encargan los textos de Hatha Yoga, Patañjali da el qué y el cómo (lo que hace a la esencia del âsana) y el por qué (el objetivo) de los mismos y es en eso, precisamente, donde reside su importancia.
Dedica tres aforismos al âsana, en II,46 lo define como "aquello que es estable y cómodo", agregando en II,47 que "esto se logra mediante la relajación del esfuerzo y la concentración en lo infinito".Es decir que para que realmente se produzca lo que podría llamarse 'el estado de âsana' el practicante debe permanecer firme, cómodo y relajado, pero sobre todo debe lograr que su mente no se disperse, que esté alejada incluso de la postura misma, en un estado de concentración. Como esto no es fácil de realizar, se puede, en la práctica, ir avanzando gradualmente con técnicas que estén en función de ese logro, herramientas que los maestros proporcionarán.
Cuando dije alguna vez:
“…y los campos se llenan de Luz. El âsana aparece en todo su esplendor como una consecuencia directa de una mente calma y sin violencia; la figura deja de serlo, el alumno es la figura misma que cobra cuerpo y alma… y el Guerrero es entonces una actitud que fluye en él desde su corazón y se traduce y revela sin lugar a dudas en la expresión de su mirada, que lo trasciende… Y para mis adentros sonrío satisfecha: sé que ese día ese guerrero ha librado el “buen combate”!”
quise decir exactamente eso y es de lo que te estuve hablando en términos más técnicos, hasta aquí.Intento en todo caso que comprendas que sin Âsana, tal vez, no haya camino
Camino...meta...destino? tal vez sea un poco de todos... tal vez ninguno. Tal vez sea apenas un soplo nuestro paso por aquí para ir quien sabe adonde...tal vez a ninguna parte.
OEL NGATI KAMEIE - MI ALMA SALUDA A TU ALMA
A propósito, te cito a un “amigo” que en su propio tránsito por el camino hacia la realización va dando frutos de conciencia y palabras como estas.
Gracias Alejandro!
Sospecho que no hay metas
Sólo mojones en el camino.
Alicientes,
esquinas,
cruces…
Sospecho que no hay metas
Y voy tranquilo,
Callado,
Y me confundo con el camino.
Sospecho que no hay destino
Y olvido cada meta
Cada distinto nombre de la muerte.
Soy una flecha en el viento,
Un golpe que no alcanza su objetivo,
Apenas un suspiro interminable,
Una pluma que se mece en el viento
Deseando ser arrastrada lo más lejos posible.
Sospecho que soy camino
Y entiendo por fin
Que he alcanzado mi meta.
Te sugiero una mejor y excelente visualización de las fotografías incluidas en la entrada pasando por el álbum Clases. Y un paso por los enlaces que agrego en la misma, de todos o alguno seguro podrás recoger algún fruto sabroso.
MónicAlejandra