"No
trates las asanas como un ejercicio físico orientado a mantener la salud
de los órganos. Trata las asanas como si estuvieras usándolas para
adorar y adornar el alma."
B.K.S. Iyengar.
Yoga Rahasya. Vol. 14 nº 1

Existe la tendencia a pensar que el hatha yoga es físico y
la meditación o las plegarias son espirituales. Pero si lo pensamos con
honestidad y discernimiento, es natural llegar a la conclusión de que todo
puede ser físico o espiritual, dependiendo de la conciencia con que lo
realizamos. Lo que transforma un acto en algo espiritual, es que el objetivo
que tengamos al llevar a cabo ese acto, sea espiritual. Si al realizar asanas
nuestro objetivo es conectarnos con el Sí-Mismo y ser cada vez más conscientes
de que Somos Almas espirituales, nacidas del Absoluto; si el objetivo es que el
cuerpo sea un perfecto instrumento para servir a Dios; entonces las asanas no
serán físicas sino espirituales.
El cuerpo es el instrumento que tenemos para evolucionar
como seres Espirituales, por eso hay que valorarlo en su real dimensión, no
descuidarlo ni satisfacerlo excesivamente, el camino del medio siempre es la
respuesta. La práctica de asanas nos lleva por ese camino del medio,
haciéndonos comprender que el cuerpo es sagrado, es templo del alma, finito,
mortal, pero necesario para servir y amar.
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OEL NGATI KAMEIE
MI ALMA SALUDA A TU ALMA