Según lo define Patanjali en su libro Yoga Sutras, en el sloka (versículo) 46: "La asana (postura) adecuada es aquella que es firme y agradable."
Los asanas o posturas son formas corporales que ejercen ciertos efectos sobre el cuerpo y sus funciones, las energías y la mente. A través del asana el practticante aprende a concienciar su esquema corporal.
Desde el Hatha Yoga en la práctica de asanas se requiere observar algunos aspectos importantes para alcanzar ese estado de ecuanimidad que en todo caso nos aleja de los extremos y nos acerca al equilibrio y la armonización, tales como el ingreso y avance progresivo en el armado de la postura y -durante la permanencia en ella- la relajación selectiva.
La misma consiste en relajar todos los músculos y cadenas musculares que no intervienen en el sostén de la postura o asana. Ello, además de cumplimentar la escencia conceptual de un asana, redundará en más beneficios, aplicables a la cotidianeidad. Si la relajación selectiva nos enseña a usar la cantidad justa de esfuerzo necesario para una tarea en particular sin crear tensiones innecesarias, está de más decir que aprender a liberar la tensión de más en nuestro cuerpo nos aportará facilidad y fluidez en los movimientos, estos se volverán más suaves y eficaces y estaremos gastando menos energía. Y del mismo modo podremos abordar de un modo diferente los problemas y las dificulatdes que se nos presenten.
Una clara muestra de ello, en plena clase, Karina, practicante prolija y ordenada si las hay.
Namastê Karina!
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